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La turuta del Titanic

Memoria histórica.

Memoria histórica.

No es de ayer. Pero acaso es el mejor anuncio jamás visto en TV:

http://www.youtube.com/watch?v=uNxaOhr_sc0

"Españoles que no pudieron serlo", de Ullate.

"Españoles que no pudieron serlo", de Ullate.

Nuestro querido José-Antonio Ullate Fabo, de Pamplona, autor de "La verdad sobre el Código Da Vinci" y "El secreto masónico desvelado", ha publicado "Españoles que no pudieron serlo: la verdadera historia de la independencia de América".

Se ve que, sin acuerdo previo, somos varios los que ponemos en el mismo sitio el foco de nuestra atención.

La referencia bibliográfica es Editorial Libros Libres, Madrid, 2009, ISBN: 9788492654185.

De leer.

El fraude del régimen político actual. Sigfredo Hillers.

El fraude del régimen político actual. Sigfredo Hillers.

 

Por la ruta:

http://www.mitierratelevision.com/?com=MuestraClip&Clip=481

se accede a la entrevista que ha concedido Sigfredo Hillers a la televisión canaria "Mi tierra", de El Puerto de la Cruz.

También es accesible, seccionado en cuatro archivos, en You Tube, por las rutas:

SigfredoHillersElfraudedelregimenpoliticoactual_1de4

http://www.youtube.com/watch?v=k_WqbhQsx1w

SigfredoHillersElfraudedelregimenpoliticoactual_2de4

http://www.youtube.com/watch?v=Lum6OOVbOPg

SigfredoHillersElfraudedelregimenpoliticoactual_3de4

http://www.youtube.com/watch?v=8UMrC8MG0l4

SigfredoHillersElfraudedelregimenpoliticoactual_4de4

http://www.youtube.com/watch?v=xfr8sFeqDKs

Son cuarenta minutos nomás.

De ver.

La Dictadura de Primo de Rivera, una oportunidad para la mujer.

La Dictadura de Primo de Rivera, una oportunidad para la mujer.

Poco frecuentes son los elogios a los aspectos positivos que tuvo la Dictadura de Don Miguel Primo de Rivera.

Por insólito, por veraz, por interesante, es bueno leer y divulgar el trabajo de Ana Díaz Fernández que ha publicado la UNED, Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, en:

http://e-spacio.uned.es/fez/view.php?pid=bibliuned:ETFSerie5-7BF14B0E-2B0E-D915-2531-D21212313295:

página desde la que se accede a un archivo pdf, al que también se puede llegar directamente por la ruta:

http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:ETFSerie5-7BF14B0E-2B0E-D915-2531-D21212313295&dsID=PDF

Lo ha descubierto -claro- Frc Blncº.

Un peluche en el prostíbulo.

Un peluche en el prostíbulo.

Esto no tiene nada que ver con la política, ni con la historia, ni con la revolución, pero sí con la emancipación americana, con la emancipación a la que cabe aspirar de las cautivas del catre y la jeringa, que abundan, allá, acá y acullá, antes, como en la imagen que evoca el cuadro de Sorolla que encabeza estas líneas y ahorita mismo, como denuncian, con tanta frecuencia, las páginas de la prensa. Es tan certero y está tan bien escrito que no me he resistido a transcribirlo y ofrecerlo a nuestros lectores.

Su autor es Mons. Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos  Bien por él.

Oplup


Daniela tiene 13 años y está en 6º grado en una escuela del norte argentino. Cuando forman en el patio de tierra colorada para izar la Bandera de la Patria, ella es la más alta. Se atrasó dos años porque ayuda en casa cuidando a sus hermanitos y a algunos hijos de los vecinos. Es una tarea que desarrolla muy bien y le gusta. De grande dice que va a ser maestra jardinera.

Una vecina le contó a su mamá de una sobrina que trabaja en Buenos Aires cuidando los hijos de una familia de plata: "A Verónica le va muy bien. Gana unos pesos y le hacen estudiar el secundario. Si sigue así, dicen que va a ir a la facultad".

La oferta era buena. A la Rusita -así le dicen a Daniela por sus cabellos rubios y ojos claros- le gustó la idea. Además, también en esos meses se habían sumado para probar suertes parecidas Maribel, Celeste y Guanda, que eran de familias conocidas de unos pueblos cercanos.

La despedida fue sencilla y sin mucha emoción. Daniela llevaba puesto un vestido rosado con puntillas blancas y los zapatos de la comunión, que le apretaban un poco, pero eran los únicos que tenía. Como estaba lloviendo mucho fue inevitable salpicarse con barro colorado. Las habían ido a buscar dos matrimonios en dos autos. Antes de partir se sacaron varias fotos con toda la familia y algún vecino.

Daniela llevaba un bolso pequeño y un osito "aviador" de peluche. Desde chiquita soñaba con poder mirar cómo serían las casas y los árboles desde el cielo.

Después de andar unas 5 horas pararon en una estación de servicio. Mientras compraban unas galletitas, sonó el celular de uno de los matrimonios. Con cara de preocupación uno de los hombres les dijo que las familias de Buenos Aires habían tenido que viajar de urgencia por unos días, y que esperarían en una casa por ahí cerca hasta que regresaran. Ya estaba entrando la noche. Hicieron dos horas más de viaje y algunas se durmieron. Llegaron a una casa rara y oscura cerca de una ruta, y allí las dejaron. Nunca más vieron a esos matrimonios.

Dos hombres y una mujer grandes llevaron a las cuatro chicas a una pieza con dos camas. Allí iban a dormir. Les dijeron que para pagar la comida de "esos días" y mandar plata a casa iban a tener que acostarse con algunos hombres y hacer lo que ellos les pidieran. Cuando Maribel dijo que no con un grito, la mujer le dio un sopapo que le hizo salir sangre de la boca, y uno de los hombres le pegó con el cinturón. Después se la llevaron, dijeron que a otra casa.

A las tres les sacaron la ropa que tenían puesta y les dieron ropa de "mujeres grandes", que ellas no conocían. Ellas sabían que dejar que los hombres les hicieran cualquier cosa estaba mal. Una vez la mamá de Guanda le contó que un vecino había violado a su sobrina y cómo le había arruinado la vida a la pobrecita. Ellas también habían escuchado que alguna compañera de la escuela o alguna vecina era sometida sexualmente por el papá o el padrastro o por alguno de los hermanos, y nadie las protegía.

Esa noche, ya muy tarde, las sacaron a patadas de la pieza y las hicieron "trabajar" por primera vez en otros sucuchos. Había mucho olor a vino, a cigarrillo, a humo. Se veía muy poco y la música estaba muy fuerte. Fue horrible.

"Sus leves huesos en cruz /meciéndose en suave luz/ el tipo que la acaricia / y ella novicia llorándose", tomado del tema Novicia, de Víctor Heredia, parece escrito para ellas.

A las dos semanas las separaron a las tres, y ya no volverían a verse. Permanecían unidas por el horror y el espanto.

Les retuvieron los documentos. Cada tanto las atormentaban mostrando la foto de la familia y amenazando con hacer mucho daño a alguno de sus seres queridos ya tan lejanos. Noche tras noche les hacían sentir la humillación.

A Daniela la llevaron a otro lugar y a los 3 meses, a otro; así, cada tanto la cambiaban. Varias cosas ella recuerda como "una vez". Y es así que "una vez" una de sus compañeras logró escaparse. A los tres días la encontraron y "la pagó cara". Le pegaron un buen rato delante de algunas, y otras cosas que la Rusita prefiere no contar. Era castigo para la fugitiva y advertencia para las otras.

En otra ocasión "una vez" escuchó en la radio una propaganda por el Día del Niño y se puso a llorar. Cada tanto le pasaba. Para el Día de la Madre, Día del Padre, Navidad... ¡Cuántos recuerdos arrancados y robados!

Como a los dos años la hicieron quedar embarazada. Así nació Lautaro. Una mujer grande se encargaba de cuidarlo mientras ella trabajaba. Si alguna vez se quejaba, ahora la amenaza era con "la luz de sus ojos".

Dos o tres veces al año caía la policía. Ella nunca supo cómo en esos lugares se enteraban antes y a las que eran más chicas las sacaban rápido en un auto que siempre estaba listo para escapar.

También la obligaron a drogarse y la hicieron adicta para tener un modo más de retenerla y obligarla a "portarse bien" con los clientes. Se acordaba de que cuando "era chica" portarse bien era otra cosa.

Una noche "falló" el aviso o no arrancó el auto, y llegó la policía.

La Rusita tenía 17 años. Algunos de los clientes se fueron. A los "dueños" del local los llevaron presos. No se sabe si por mucho tiempo.

Daniela no se acuerda en qué "casa de tolerancia" quedó su oso "aviador" de peluche. No se acordaba de sus sueños de maestra jardinera o de mirar las casas o los árboles desde el cielo. Había estado viendo la vida y los hombres desde el infierno.

La vergüenza y el miedo son sus compañeros permanentes. La primera le impide volver a casa y encontrarse con su gente. El segundo es por si la vuelven a secuestrar. Le cuesta mucho vencer la adicción. Y como una ventana hacia la esperanza, la mirada y la sonrisa de Lautaro le dan fuerza cada día.

Conoció días y días, horas y horas de pasillos y salas de espera: comisarías, hospitales, juzgados, oficinas, psicólogos, trabajadores sociales... En un par de ocasiones reconoció a dos de sus "clientes". No sabe si ellos la reconocieron.

A los 3 meses el prostíbulo volvió a abrir sus puertas con el nombre "Tus sueños hoy". Y aquí no ha pasado nada. ¿No ha pasado nada? ¿Podemos decir que aquí termina la historia de la Rusita?

Daniela, Maribel, Celeste, Guanda y cientos por año -también varones- son secuestrados con engaño o con violencia, y dedicados a la explotación sexual en las rutas o ciudades para la diversión (?) y el placer (?) de enfermos o sanos cómplices del secuestro, la tortura y la humillación de niños, niñas y adolescentes. Dinero, poder manchado con sangre que brota de los cuerpos frágiles y las ilusiones vulneradas.

De víctimas y victimarios

La trata no es "un tema". Son vidas destruidas. Derechos pisoteados.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la Constitución Nacional, las constituciones provinciales y hasta los libros sagrados de las diversas religiones son tirados al retrete más lleno de excremento con cada niño o niña que es secuestrado y torturado para el comercio sexual.

Durante el año pasado, en operativos policiales fueron rescatadas de las redes dedicadas a la trata de personas 257 mujeres, de las cuales casi 80 eran adolescentes. ¿Es esto todo? ¿O será la punta del iceberg y lo más grueso aún está oculto? ¿Pensaste, lector? Yo pienso lo mismo.

Con ocasión de la reciente sanción de la ley nacional Nº 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas ha habido excelentes artículos e investigaciones periodísticas que nos acercan esta realidad que nos duele.

Vivimos en una sociedad esquizoide o farisaica. Al decir de Jesús, "filtramos el mosquito y nos tragamos el camello". ¿Cómo?: prohibimos el uso de animales en el circo para diversión de los niños, pero no se controla y condena el uso de los niños para divertir a algunos adultos; o parece aceptable si son mayores de edad. Qué loco, ¿no? Y, además, a los lugares donde tales cosas suceden se les llama "casas de tolerancia". ¿Puede creerse?

En todo esto hay una "lógica" (?) perversa, que es la de pensar -o aceptar- que la sensación de vacío y soledad o de frustración afectiva de alguno deba ser "consolada" o saciada por una mujer (joven o adulta), obligada a hacerlo por dinero o por violencia.

O que ese "hombre", que suele comer en casa o reunirse con amigos, alguna noche "necesita" que alguien (una mujer) con poca ropa le sirva una copa, y que además por lo que paga esté habilitado para acariciar o reclamar caricia genital u otro sometimiento. Y que esto sea aceptado socialmente como "normal". ¿No será tiempo de proponer y legislar para que quien esta carencia tenga se arregle en casa como pueda? Para esos "hombres" que viven en la ciudad o trabajan en la ruta y se sienten solos y necesitados de afecto, ¿no habrá que pensar en construir en cada estación de servicio de combustible un gabinete psicológico para quien esté deprimido, y una máquina que expenda bebidas y le susurre cosas chanchas al oído? ¿Parece ridículo esto? A mí también. Pero me parece más horrendo lo de ahora.

Al que le quepa el sayo, que se lo ponga. Ya vemos qué producen los cobardes y corruptos.

Y nosotros, los adultos -todos-, debemos cuidar a nuestros pequeños con montones de ternura.

Los peluches deben ser guardianes de los sueños en tiempos de blanca inocencia, pero en casa.

Bernardo de Gálvez y la Revolución Americana

Bernardo de Gálvez y la Revolución Americana

Manda este texto Isªªc Frrro. Puede tener interés para el tema que muchos tenemos en cabeza, aunque propiamente se refiera a episodios anteriores a aquéllos en que tenemos ahora fijada la atención. Es de Manuel Pastor, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, director que fue del Real Colegio Complutense en la Universidad de Harvard. Fue publicado en el Semanario Atlántico.

La imagen que encabeza estas lineas procede de la página "Louisiana’s Military Heritage: Battles, Campaigns, and Maneuvers", en la que se da noticia de cómo las fuerzas españolas, bajo el mando de Gálvez, atacaron la guarnición británica de Fort Richmond, en Bâton Rouge el 21 de septiembre del 79, que fue capturado, lo que propició la pronta rendición de Fort Pannure, en Natchez, quedando así bajo control español la rivera del río Misisipi.


 

En septiembre de 2008, el nombre de Galveston estuvo en los noticiarios de todo el mundo por haber sido la principal víctima del huracán Ike: igual que hiciera un antepasado suyo en 1900, dejó un rastro trágico de destrucción en la isla-ciudad tejana.

Pocos españoles, y también pocos americanos, saben que el nombre de esta localidad se debe al gobernador español de la Luisiana y héroe de la Independencia americana, después virrey de Méjico, Bernardo de Gálvez (1746-1786). En realidad, pocos españoles y americanos saben quién fue Bernardo de Gálvez.

Nacido en Macharaviaya, Málaga, el 23 de julio de 1746, Bernardo de Gálvez cursó estudios militares en la Academia de Ávila; estudios que puso en práctica en distintas guerras: contra Portugal (1762), contra los Apaches del norte de Méjico (1769-70), incluso en una expedición a Argelia (1775).

En 1776 fue nombrado coronel, y asignado al regimiento de la Luisiana, justamente cuando se iniciaba la rebelión independentista de las colonias americanas contra Gran Bretaña. Es entonces que empieza a forjarse su relevancia histórica. Morirá en la Ciudad de Méjico el 30 de noviembre de 1786.

En 1776, su tío José de Gálvez, ministro de las Indias en el gobierno de la Monarquía de Carlos III, ante la indecisión del Consejo en lo relacionado con intervenir o no contra Inglaterra, ordenó al gobernador de La Habana que enviara agentes secretos a Pensacola, Jamaica y otras áreas de control británico, y con seguridad influyó o decidió que, a partir del 1 de enero 1777, Bernardo de Gálvez asumiera el cargo de gobernador en funciones de la Luisiana. Como ha escrito Tregle Jr., Gálvez llega a ser Gobernador en funciones e Intendente de la Luisiana el primero de enero de 1777, iniciando lo que va a ser el período más brillante y exitoso de la administración de la colonia bajo el Imperio español.


En noviembre de 1777 nuestro hombre contrae matrimonio con Felicité Destréhen, una joven viuda de la influyente familia criolla St. Mexent. Gálvez impulsará el crecimiento de la Luisiana incrementando las exportaciones de la colonia, bajando los impuestos y propiciando la inmigración de españoles –especialmente de las islas Canarias (los isleños)–, alemanes de Maryland y Europa, americanos leales a la Corona británica y católicos de la Acadia.

Dupuy y Hammerman sostienen que entre 1777 y 1779 Bernardo de Gálvez trabajó con éxito y en secreto para debilitar las posiciones británicas en el Sur. Cuando, finalmente, en el verano de ese último año, y en virtud de los pactos de familia con Francia, España entra en la alianza contra Gran Bretaña, Gálvez toma puestos militares británicos en lugares como la ribera del Mississippi, Manchac, Baton Rouge o Natchez, asedia Mobile (marzo de 1780) y consigue la rendición de los británicos en Pensacola, el 9 de Mayo de 1781, poniendo fin al control británico de West Florida y sentando las bases para la recuperación para España de toda la Florida y la desembocadura del río Mississippi (v. Tratado de Paz de 1783).

En 1781 Carlos III nombra a nuestro hombre capitán general de Cuba y gobernador de la Luisiana y la Florida Occidental. Durante su mandato se fundaron dos colonias españolas en el primero de esos territorios: Gálvez Town (no confundir con Galveston, nombre que dará José de Hevia a la isla-bahía-población tejana en 1785) y New Iberia. La Corona española le honrará con los títulos de Vizconde de Galveston y Conde de Gálvez.

En 1785 Bernardo sucederá a su padre, Matías de Gálvez, como virrey de Nueva España, con autoridad sobre Cuba, la Luisiana y las Floridas. Pero, como ya vimos, sólo un año después, a los 40, entregará la vida en Ciudad de Méjico.

Durante su breve etapa de virrey, Bernardo de Gálvez contribuyó a la colonización y administración de las provincias interiores del virreinato, inmensos territorios que hoy día forman parte de los Estados Unidos (California, Arizona, Nuevo México, Utah, Colorado, etc.), y dio a la imprenta dos importantes documentos históricos: Instrucción para el gobierno de las Provincias Interiores de Nueva España y Notas y reflexiones sobre la guerra con los indios Apache en las Provincias de Nueva España.

El Imperio Español en JERARQVIA ( IV )

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El Imperio Español en JERARQVIA ( III )

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